viernes, 19 de noviembre de 2010

En la sala de espera

Llegó con prisa y parecía nerviosa. Me agitan las personas ansiosas, entro en su frecuencia y ya no hay forma de salir. Con poca educación me espetó que el doctor la esperaba. Con amabilidad, la invité a sentarse. Me recorrió con desprecio y se sentó en el sofá. Sus ojos tropezaron con la bombonera, rebosante de chocolates decorados con colores brillantes. Quedó hipnotizada. Su mano sobrevolaba las grageas. Una y otra vez. En su historia ponía: Liposucción. Decidí que esperara un poco más.

Damadeltablero


1 comentario:

  1. Una descripción acertada de la superficialidad. Dama, te imagino, vestida de enfermera, captando sensaciones para hacernos llegar a los lectores, la miserable banalidad. El final, estupendo. Una pequeña "venganza", por tu parte para castigar esa conducta, que cada día es más habitual.

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