sábado, 18 de diciembre de 2010

El viejo jersey

Tomó el viejo jersey del rincón del armario. Introduciendo con cuidado la cabeza por el largo cuello redescubrió el tacto de la lana domada y el olor de su after-shave.
Las manos se abrieron paso a la leve presión de los puños y acabó por acomodarlo sobre su piel desnuda.
Como siempre, el espejo le confirma que le sienta bien y sale a la calle sabiéndose, en parte, una parte de él.

Albada

4 comentarios:

  1. Me gusta el relato, albada. Sencillo y cotidiano. Tan realista como evocador.

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  2. No hay nada mejor para sentirse uno mismo que llevar lo que nos sienta bien. Y no hay nada mejor para un buen relato que la autenticidad de lo cotidiano. Me ha gustado mucho, Albada. Un saludo.

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  3. La forma verbal inicial en pasado y después del "como siempre" el presente... le da fuerza de acto cotidiano. Buen recurso Aldaba

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  4. Qué sencillo y qué bueno, Albada. Piensa, siente lo que haces que nos decían de niños. Saludos

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