miércoles, 22 de diciembre de 2010

Hablar en silencio

Le agarré de los brazos y zarandeándole le repetí, otra vez, una a una las palabras de la misma pregunta. De nuevo, no obtuve respuesta pero, esta vez, su cuerpo sí reaccionó.
Sus enormes ojos aceitunados se encharcaron de lágrimas y sus cejas adoptaron la posición de la culpabilidad.
Y justo en el momento antes de soltarle, comprendí que lo qué callaba era justo lo que yo no quería oír.

Íngrid

Blogged with MessageDance using Gmail

3 comentarios:

  1. A veces el silencio, los gestos, la mirada, lo dicen todo... Buen micro, Indrid.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Sara,
    sí, a veces las palabras están de más...
    besos y feliz Navidad

    ResponderEliminar
  3. Tremendo micro, Íngrid. Sobran las palabras..

    Feliz Navidad.

    ResponderEliminar