Mira que se lo llegué a decir, al muy cabezón. Que mis hijos son más de Reyes Magos, que no nos gusta Papá Noel... pero él nada, erre que erre. Simplemente, se lo buscó. Apareció de golpe con sus estúpidas risotadas y la campana a todo trapo, los niños se asustaron, el mayor cogió el atizador... ¡Menudas Navidades!. Ahora ya está todo limpio, listo para cuando vengan los Reyes. Y a él le hemos encontrado un buen acomodo. A su gusto. Lástima que ahora tengamos que tapiar la chimenea.
Hank66
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Hank66

Ja, ja, muy bueno. Sin piedad con el gordinflón.
ResponderEliminarEn tu estilo.Ahora los Reyes que vigilen.
ResponderEliminarMe he reído un montón porque eso pero de que un hijo se asuste...lo conozco.Muy bueno.
Un abrazo
Muchas gracias, Rodia y Albada. Ahora es cuando os deseo Felices Navidades y no me creéis, jajaja. Bueno, pues eso.
ResponderEliminarEso está bien, Hank. Tus hijos son de Reyes Magos al igual que los míos, por lo que han vivido de sus padres. El Papa Noël de los míos quedó atrapado en los Pirineos por la tormenta de nieve. He disfrutado con este micro, saludos.
ResponderEliminarMe he reído mucho, Hank, con este relato. Un poco macabro. Por lo menos los niños se habrán quedado con los regalos que traía en la bolsa...
ResponderEliminarMuy bueno!
Buenísimo, Hank. Esperamos a los Reyes...¿no serás republicano, no?
ResponderEliminarGracias, Sara y dama, la verdad es que soy republicano y apóstata. ¡Manda huevos, que diría aquel! Gracias por vuestros amables comentarios.
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