martes, 21 de diciembre de 2010

Música

El ritmo marchito de una musiquilla antigua suena a lo lejos noche tras noche. Es como una letanía de acordes atropellados que se derrite con el viento, y llega hecha jirones hasta mi ventana. Apenas reconozco la melodía. Sí a su intérprete, ese viejo músico solitario en la cumbre del fracaso. Cronopio

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