martes, 15 de febrero de 2011

EL DISFRAZ

Vendí mi alma por dinero, es verdad, ¿pero quién no lo hubiera hecho?

Llevaba tanto tiempo disfrazada de princesa que quise volver al ayer. Saqué mis ropas de motera, deshice mi cuidada melena y me eché a la calle, como antaño.
¡Como disfruté! Fume, bebí y reí a carcajadas como en los viejos tiempos, terminé en uno de mis garitos preferidos. Al fondo, divisé a mis antiguos colegas, me miraron con desprecio y siguieron jugando a los dardos.
Entonces supe que la chica que fui, había muerto.

desasosegada

Blogged with MessageDance using Gmail

2 comentarios:

  1. La vida va pasando páginas y si nosotros cerramos capítulos, el retorno se hace imposible. Aunque en el intento se revivan experiencias y sensaciones ya pasadas como si fuesen el mismo ayer.

    ResponderEliminar
  2. La contínua evolución en nuestras vidas, va terminando etapas y son necesarias esas miradas hacia el pasado para cerciorarnos de ello. Me ha gustado la realidad que le has imprimido, Marga.
    Un saludo.

    ResponderEliminar