lunes, 17 de octubre de 2011

Ficción. Pura ficción.

Iban y venían a ritmo constante, al son ensordecedor marcado por la melodía infernal de los tambores, que tan solo era rasgada, de cuando en cuando y por unos segundos, por el restañar del látigo.

Todos cumplían su función metódicamente, arrastrando como buenamente podían los pesados grilletes. El último convenio colectivo, recién revisado y firmado, era clarísimo respecto a los deberes y derechos de cada uno.

Al menos, les quedaba, eso sí, el consuelo de haber mantenido el puesto de trabajo

Cronopio


2 comentarios:

  1. Me gustaría calificar este microrrelato de brillante metáfora sobre la situación actual, pero lamentablemente nos acercamos a un punto en el que esto dejará de ser una metáfora para convertirse en la triste realidad. Muy bueno, Cro...

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  2. Sí, es triste que, una vez más, la realidad acabe superando a la ficción...pero como esto siga así...Gracias, Hank. me alegra que te haya gustado. Un abrazo.

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