sábado, 8 de octubre de 2011

MARTINA

La lluvia limpia todo, vuelve diáfana la vida por donde uno transita y a veces, como hoy, hace que me detenga a contemplarla a través de la ventana. Ese gesto me acerca a la alacena donde, sobre una repisa, descansa su retrato. Ver su rostro detrás de la bruma plomiza que le ha dado el tiempo, mirar su perfil triste, mientras afuera llueve, es como viajar en retroceso, como en una película o un viaje en el tiempo. Estoy ahora en su pasado y puedo describirla entera, sola, taciturna. Es otoño y ella camina, entre los árboles esqueléticos de un parque, con la cadencia sin adorno de la melancolía. Algo pesa sobre sus espaldas, algo que no se toca. ¡Pobre Martina!. Pobre en su lentitud, en su falda de paño, en sus zapatos de charol, en toda su tristeza. Se detiene. Un perro pasa a su lado; un perro solo, abandonado, como ella. Parece dudar pero al final se sienta sobre la losa de cemento helado de un banco del parque. Hace frío. Vuelve su rostro hacia una fuente q
ue murmura a su izquierda y entonces la veo dibujada, tal cual aparece en este retrato, detrás de la bruma del sepia, colocado hace tiempo sobre un anaquel de mi alacena. Busco en el reverso lo que ya sé. Escrito a pluma, en un negro desgastado, hay un nombre y una fecha: a Martina, 1950. Yo soy Martina, su hija; 1950 es el año en que mi madre apareció muerta, cerca de una fuente, sentada en un banco: un perro lamía sus zapatos de charol.

Isabel Expósito Morales


viernes, 7 de octubre de 2011

La razón fría

Aún existes en mi pensamiento. Como viven los días luminosos del verano, idealizado. Mi pasión se adormece mientras imagino encuentros casuales; creo diálogos enlazados con retazos que me trae la memoria y, cómo no, evoco caricias dibujadas en la piel que pretenden llegar más allá de la dermis, más allá de lo tangible. Intentos baldíos. La razón, como el otoño, se impone con frías ráfagas de sensatez.

Damadeltablero


jueves, 6 de octubre de 2011

Aspersión

A la menor ocasión, sacaba a pasear penas y desvelos, y, aireando sus sombras por las aceras, hacía partícipe de sus sueños truncados a quién le quisiera escuchar.

A su manera, era un superviviente, sólo que eligió malvender su desventura antes de librar un cruento combate contra el verdadero e inefable dolor.

Cronopio


miércoles, 5 de octubre de 2011

Alas

Voló sobre los tejados.

Voló sobre los campos, aún verdes a pesar del otoño.

Voló sobre el mar(alternativamente furioso y en calma).

Voló hacia el Sol.

Voló hacia la Luna.

Voló entre cúmulos, cirros y estratos...pero lo que para muchos sería un delicioso sueño inalcanzable, para él no dejaba de ser una mera rutina más.

Cronopio


lunes, 3 de octubre de 2011

Sin palabras

Nunca fue un gran conversador. Las palabras huían esquivas,al intentar crear un hilo argumental. Sin embargo, cuando escribía, fluían sin mesura construyendo ideas. La tecnología le brindó la oportunidad de comunicarse con criaturas semejantes, "escribidores de lo inmediato". Hasta que ocurrió lo impensable. Sus palabras se desvanecían tan pronto concluía la frase. Una y otra vez. Desaparecidas. Le encontraron sobre el teclado, presionando el punto. El punto final.

Damadeltablero

Hechos

A juicio de los testigos oculares, estaba todo clarísimo. Si obviamos que cada uno dio una versión diferente de los hechos, el juez lo tendría bastante fácil para dictar sentencia. Las pruebas, por otro lado, eran concluyentes: allí, el día de autos, a aquella hora concreta, había ocurrido algo, sin lugar a dudas.

Cronopio


Despegando

Todavía tiene los pies en el suelo, pero esa extraña liviandad se ha ido extendiendo, imparable, entre sus tejidos, sus órganos y sus huesos. La noche ha cumplido su función y ha deshilachado los finos lazos que le mantenían atado a este lado de la realidad. En breves instantes se obrará, de nuevo, el milagro.

Cronopio