En el joyero las baratijas presumían de sus brillos, los pendientes desparejados se miraban intentando acuerdos imposibles y un anillo viudo de una pieza lacada no se repone del atrapamiento entre la pared y la nevera.
Un broche con una pluma proclama su enfado por el maltrato de esta mujer. Cuando Laia descubre que el adhesivo de la identificación de visitante ha lesionado el cuero de su chaqueta, recuerda un broche y se lo pone, sin recordar su alergia hasta que empieza a estornudar.
Albada
Un broche con una pluma proclama su enfado por el maltrato de esta mujer. Cuando Laia descubre que el adhesivo de la identificación de visitante ha lesionado el cuero de su chaqueta, recuerda un broche y se lo pone, sin recordar su alergia hasta que empieza a estornudar.
Albada
Albada, por vez primera no le "saco jugo" a tu micro.Dame alguna pista...porfa...
ResponderEliminarSe me olvidó firmar: country49
ResponderEliminarNingún problema country49. El condesado de un micro que fue torpemente podado, es lo que acabé publicando aquí. Un error por el que pido disculpas.
ResponderEliminarGracias por dar por sentado que esperas más.
Un abrazo
Leído el original, todo encaja, Albada. Nos pasa a (casi)todos. En estos casos de "adaptación", el autor tiene tan asumido un tema que a veces da una idea "algo mutilada" del relato original. Pero, por supuesto, no es más que una apreciación personal, sin más.
ResponderEliminarUn abrazo
Otra vez olvidé la firma ¡Ah ,la memoria!
ResponderEliminarcountry49