viernes, 27 de enero de 2012

Un broche en la solapa.

En el joyero las baratijas presumían de sus brillos, los pendientes desparejados se miraban intentando acuerdos imposibles y un anillo viudo de una pieza lacada no se repone del atrapamiento entre la pared y la nevera.
Un broche con una pluma proclama su enfado por el maltrato de esta mujer. Cuando Laia descubre que el adhesivo de la identificación de visitante ha lesionado el cuero de su chaqueta, recuerda un broche y se lo pone, sin recordar su alergia hasta que empieza a estornudar.
Albada

5 comentarios:

  1. Albada, por vez primera no le "saco jugo" a tu micro.Dame alguna pista...porfa...

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  2. Se me olvidó firmar: country49

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  3. Ningún problema country49. El condesado de un micro que fue torpemente podado, es lo que acabé publicando aquí. Un error por el que pido disculpas.
    Gracias por dar por sentado que esperas más.
    Un abrazo

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  4. Leído el original, todo encaja, Albada. Nos pasa a (casi)todos. En estos casos de "adaptación", el autor tiene tan asumido un tema que a veces da una idea "algo mutilada" del relato original. Pero, por supuesto, no es más que una apreciación personal, sin más.

    Un abrazo

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  5. Otra vez olvidé la firma ¡Ah ,la memoria!

    country49

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