martes, 28 de febrero de 2012

Sin voz

Iniciaba el día con las noticias de ayer ya releídas. El diario de hoy seguía siendo inequívoco. No quedaba lugar para la esperanza. El optimismo debía erradicarse y a sus 30 años era momento de aceptarlo. El parque estaba abierto por un error del último contratado en prácticas. Se coló entre los árboles y avanzó por el sendero de tierra hasta una zona despejada, un claro tranquilo y acogedor. Se desnudó ante la luna y aulló hasta quedar sin voz.

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