martes, 12 de junio de 2012

Tacones cercanos

Anda o, más bien, levita, como sólo una mujer con tacones domados puede hacerlo. Sus caderas no se ponen de acuerdo, ¡para qué!, así mis ojos se permiten viajar de lado a lado, sufriendo el dulce vértigo de unas piernas que retan con descaro la gravedad terrestre. Sabe que la miro y yo sé que ella intuye ese hilo invisible que me enreda en su tela de araña. Desaparecerá de mi vida y dejará un hueco en ese álbum de mujeres bellas. En ese álbum de cromos imposibles y pasiones contenidas.

country49


8 comentarios:

  1. El baile de las faldas hipnotiza la mirada, el hilo invisible, puede hacer que tire y te cambie la vida, o que se pierda en el vacío de tus ilusiones perdidas, y te conviertas en un coleccionista.

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  2. Los álbumes de...
    Muy bueno. Me encantó.

    Un abrazo.

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  3. Que buenos tu, Cauntry, y Alfred.De esos álbums de cromos inalcanzables y pasiones contenidas, miradas compartidas, como ignorándolas, quien sabe cuantos llevamos dentro.
    Nadie podia expresarlos mejor.

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  4. ¡Siempre fui un rendido admirador de la mujer con tacones! Al menos en una época en la que formaban parte casi anatómica de su cuerpo. Gracias por vuestros agradables comentarios.

    country49

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  5. Precioso relato. Estarás contento, ahora se llevan unos tacones de vértigo, de esos que hacen del contoneo un ejercicio acrobático de díficil ejecución.

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  6. Gracias Marga. Aunque las generalizaciones son siempre injustas, no es difícil comprobar que hoy en día, un gran número de chicas no llevan tacones sino que son los tacones quienes las llevan encima y a la menor contrariedad los zapatos acaban en las manos siendo sustituidos por unas babuchas hábilmente ocultas en el bolso.
    Un abrazo

    country49

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