OFRECESE VAMPIRO, quinientos años de experiencia, para güijas y similares, fiestas de Halloween, despedidas de soltero, cumpleaños, fiestas infantiles, sustos en general. Mediante tarifa suplementaria aporto coreografía con elenco de licántropos y muertos vivientes. Eficacia probada en desalojo de vecinos molestos, expulsión de suegras recalcitrantes, seducción y perdición de ex novias ingratas. Asesoramiento cualificado a políticos y banqueros, a los que se aplicará precio de amigo. Abstenerse escritores por su reiteradamente comprobada insolvencia. En cambio los cineastas de Hollywood serán bienvenidos. Profesionalidad, discreción, buenas referencias, seriedad, rapidez, me desplazo volando. Sólo trabajo de noche. Importante: el pago será en especie.
El Manco del Espanto
El Manco del Espanto
Intento fallido, necesitamos gente competente, que trabaje duro (productividad) y que se queje lo menos posible. Usted sólo ofrece más de lo mismo.
ResponderEliminarComo ficticio, ingenioso y simbólico, muy bueno.
ResponderEliminarAnónimo A
Como elogio de una línea, inmejorable. Gracias. En cuanto al primer comentario, no disimule, usted es de esos empresarios que sólo admite vampiros inmigrantes a contrato temporal y además no los apunta en la seguridad social. Pero prepárese, que el gremio está muy quemado y la primera huelga vampírica revolucinaria está al caer. ¡Temblad, explotadores!
EliminarEl Manco.
Abstenerse amantes de los bocadillos de ajo y aquellos convencionales que precisen un poco de francés y lo normal.
ResponderEliminarTodo es comerciable en nuestros tiempos, incluso los servicios de un vampiro. Pues a mí me encanta, porque aunque soy muy pobre ¡adoro el CAPITALISMO!
ResponderEliminarJopé, José, no me prostituya usted al vampiro, que es un vampiro pobre pero decente, sólo chupa yugulares.
ResponderEliminarEl Manco.
Aunque con una propinilla...
ResponderEliminarEl Manco
No sigamos que nos va a llegar un misil desde el bosque encantado de Desasose.
EliminarMe alegra muchísimo el aire distendido y amistoso que parece que todos queremos recuperar.
Qué tiempos, un vampiro ofreciéndose para despedidas de soltero. Señor, adonde nos ha llevado la crisis.
ResponderEliminarEs divertido, ¿un personaje de su cuadrilla del Espanto, Manco?
ResponderEliminarPor supuesto, un compañero de parrandas desde la noche de los tiempos. Fíjese que nos conocimos en Lepanto. Era un bala perdida, pero ahora, con tanta competencia de chupasangres, anda el hombre (perdón, el quiróptero) un tanto alicaido.
ResponderEliminarY José, ya sabía yo que usted en el fondo era un sentimental.
El Manco
Me voy con el chándal de media tarde de la selección venezolana de ping-pong a tomar un café con Christopher Lee y Peter Cushing. Por supuesto que volveré a casa en cuanto empiece a ponerse el sol.
EliminarY la yugular la ocultaré bajo la bufanda desde ahora mismito, no vaya a ser que me cruce con Ahmanideyad o Evo Morales.
Me alegra ver que ha llegado sangre fresca a Relatarium, y no lo digo sólo por la temática de este buen micro de El Manto del Espanto.
ResponderEliminarY yo, Andrés, no se si debo considerarme incluido en esa alegría suya. Por si es así, gracias.
EliminarGracias, Andrés, por la parte que me toca, y un brindis con el preciado líquido escarlata, si no le da repelús...
ResponderEliminarEl Manco.
Jajaja, nada de repelús, algunos de mis relatos van cargaditos de hemoglobina... y perdón por lo de "El Manto..." Ha sido un lapsus. Aunque, bien mirado, tampoco queda mal del todo.
ResponderEliminarPues entonces...¡chin, chin! O como dicen los de Shakespeare: ¡cheers!
ResponderEliminarEl Manco