miércoles, 24 de abril de 2013

"...divaguemos ligeros, que nos lleve el viento?"

los bancos no dan crédito y las postales ya no llegan a esta parte de la metrópoli…Estancos y tabernas, no busques librerías ni bibliotecas…aquí en la esquina encontrarás ganjah y coñac de caña, guarapo y otras hierbas. Han desembarcado los marines y arman bronca con los Hare Krishna, y los negros rastafaris, bailan sus danzas ancestrales de soca y calipso y los “cacerolas de acero” crean música con viejos barriles de petróleo. De una ventana de tronco colonial, acecha mister voodoo…Cuelgan carteles despellejados de Malcolm X y Martin Luther King y “Alístate, lucha por tu país” y frases insurrectas del Black power…la existencia fluye casi siempre con gentes atribuladas, sin prisas, descoloridas y naufragadas, presenciando un partido de futbol en un pequeño televisor sin voz, sin color, agitados los matices del arrebato…un reverendo grita: “Jesús vive entre nosotros” y un visionario despotrica contra la multitud, dice algo sobre la torre de babel y el fenecimiento del mundo por las plagas del Apocalipsis. La policía carga contra los panteras negras, que defienden a los hermanos de la parroquia…esto es un collage viviente, y así, en cada jornada, hierve el puchero en el infierno de tantos suburbios, en esta tierra socialmente enfermiza…y nada puedes hacer, salvo, esperar tu ración de garbanzos…

kim Bertran Canut

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