sábado, 25 de mayo de 2013

Ácaros

Un ácaro visto al microscopio es un ser verdaderamente repugnante… excepto para una ácara. El de nuestra historia era un magnífico ejemplar de quinientas micras cuya hembra –llamémosla Elsa- habría sido la más feliz de las arácnidas si no fuese por los celos. Willy –llamemos así a su galán- saboreaba con soñadora fruición las partículas que desprendía la nacarada piel de otra hembra: la bella usuaria humana del colchón en que ambos habitaban. A Willy, que siempre había sido megalómano y pretencioso, le consumía este amor disparatado e imposible. Pero entre las hembras acáridas funciona una solidaridad inquebrantable, y no hay piel humana que resista a medio millón de ácaras segregando desechos a destajo. Así que la bella rival sufrió una feroz urticaria y el colchón de Elsa y Willy acabó en el vertedero municipal. Allí finalizaron sus días, consumidos ella de amor, él de nostalgia y ambos de inanición.

El Manco del Espanto

viernes, 24 de mayo de 2013

Jerónimo ex editor

Destituido de su puesto como editor se fabricó una corbata de mecate con un nudo grande y tosco. Vistió traje, camisa y mancuernas nuevas, se colocó la corbata, dijo una plegaria y, cuando estaba todo listo... pospuso el intento a causa de su incapacidad de redactar una nota de suicidio satisfactoria. Para alguien que se gana la vida escribiendo, dejar este mundo con una despedida acorde debe ser casi una exigencia, aunque sea por pura vergüenza.

Miguel díaz Mirón Keusch

Crueldad inútil

Ordenaron colocarle una venda en los ojos y obedecimos como ovejas.
Le condujimos, dóciles y cabizbajos, sabiendo que su suerte podría haber sido la nuestra. ¿Por qué le habían elegido? Seguramente sus quejas reiteradas contra el trato vejatorio que recibíamos, le habían colocado en el punto de mira.
Al llegar a lo alto de la escalera nos ordenaron dejarle solo y un empujón decidido le precipitó, ciego y asustado, al vacío.
Cayó en la piscina de mala manera, fracturándose el hombro y su familia presentó una denuncia que prosperó.
Al año siguiente se prohibieron las novatadas en la universidad.

desasosegada

jueves, 23 de mayo de 2013

Cuento de amor botánico

Te amaré toda tu vida, es más, te amaré toda mi vida Princesa, me gusta llamarte así. Recuerdo la primera vez que te vi con la altivez soberana que concede saberse descendiente de imperiales dinastías. Tu piel, sobre la que ahora corren las últimas gotas del rocío amanecido, aún mantiene la tersura carnosa de entonces. Princesa, me gusta llamarte así. He creado un vergel elíseo a tu alrededor, te retiro de la umbría, podo tus marchitos defectos y te alejo de las semillas rebeldes. Princesa, llevas en tus raíces la sabía de reinos antiguos, de Irán o Turquía. ¡Qué más da! Has sido educada en las más sofisticadas cortes palaciegas, diríase que posees grandes poderes: sabes medir la cantidad de luz que puede filtrarse en las habitaciones, detectas la mínima variación de temperatura, el grado perfecto de humedad y el rumbo de las corrientes de aire. En tu vida latente, hoy has vuelto a germinar y, sin que sea primavera, me regalas estambres voladores con perfume oriental. Ahora he de irme de viaje, pero no temas, el vecino te regará dos veces por semana y te contará historias de amor botánico para que sigas creciendo en mi ausencia.

Montesinadas

Censura

Cuando la nueva inquilina llegó al piso, todos los vecinos mascullaban en silencio, mientras cerraban persianas y corrían cortinas; como si de un virus se tratara. Ella, era descarada, fresca, alegre, joven y muy provocativa en sus formas. El punto tres de la orden del día de la próxima reunión de propietarios, le estaba dedicado en exclusiva. Exactamente, entre la renovación del seguro de la finca y el presupuesto de la nueva alarma. No estaban dispuestos a consentir una mínima alteración en sus normas de convivencia, perfectamente planificadas y estudiadas. Pocos vecinos la han podido ver como quisieran: provocando, contagiando, e influenciando malos hábitos a sus hijas e hijos, pero... hay una señal inequívoca desde que ella llegó: todos tenemos una señal circular rodeando el ojo izquierdo o derecho, dependiendo de la postura que hayamos cogido al intentar visualizar a la bestia.

21

Podría ser peor

Este microrelato fue finalista en el mes de abril en el concuro REC de la SER. Con él quiero bautizarme en este atractivo blog.

Podría ser peor Que se arrime un poco más al borde de la cama, joder. Así no hay quien duerma-. -Ni hablar, para moverse tendría que quitarse antes el pie de Elena de la cara-. -A mí que no me toque nadie, si me rozáis, acabaré con medio cuerpo sobre Esteban que con lo ligero que tiene el sueño y su mal carácter, nos hará pasar una noche de perros si lo despertamos-. -Os estoy oyendo, ni os mováis nos ha costado mucho coger la postura-. -Al final me desveláis al bebé-. -¿De verdad que mañana vienen más?-. -Sí pero el casero ha dicho que intentará poner otro colchón-. http://montesinadas.blogspot.com.es/

Montesinadas

miércoles, 22 de mayo de 2013

Una pequeña historia del Far West

El cuatrero Detritus Morgan nació en Pelton City, un inmundo poblado minero perdido en el lejano Oeste donde transcurrió toda su existencia. Madrugaba y solía desayunar pan duro con un buen tasajo de tocino. De niño, un alambre le perforó un ojo que él cubría con un mugriento parche; su cara, tatuada de cicatrices, era el producto del rasurado diario con un oxidado cuchillo que vestía más mellas que hoja. Pésimo jinete, caminaba renco como consecuencia de las reiteradas caídas desde su caballo, un jamelgo cuarteado de mataduras. Menos experto aún con el lazo, ahorcó por error a un compañero al intentar trabar la res que robaba en una de sus correrías. Murió de un disparo cuando limpiaba su revólver con el cañón apuntando a su pecho. Su tumba desapareció en un corrimiento de tierra y su cuerpo, aún sin descomponer, fue pasto de alimañas.

country49

Desorientación

Antes de arrojar la brújula al mar debió haber leído con mayor detenimiento el "Manual de Uso" que la acompañaba. Ahora, a 10 años de iniciado el viaje, sigue sin encontrar el camino que lo lleve de regreso a casa.

Miguel Díaz Mirón Keusch

Una mujer de suerte.

Soy una mujer con suerte, eso me digo y me repito y le digo y repito a todo el que me quiera escuchar. Si no,  juzguen ustedes mismos.
Soy dueña de una empresa de éxito, tengo un marido impresionante y unos hijos encantadores, mis padres están bien de salud y yo, siempre sento nuevos proyectos en marcha ¿Se puede pedir más?
Bueno… hay alguna cosilla que se podría mejorar, pero nada importante.
Es cierto que duermo fatal,  sobre todo desde que logré echar a mi socio de la empresa. Pero es que se lo tenía merecido por blando.
Mi marido tiene una amante desde hace años pero lo lleva con discreción que es lo que importa. De mis hijos no me puedo quejar, pese a vivir en el extranjero, jamás olvidan llamarme en mi cumpleaños ni en navidad y yo se lo agradezco, porque no soy como mis padres que no hacen otra cosa que quejarse porque no voy a verles. Ya saben las chocheces propias de la edad.
Eso sí, mi empresa va como la seda. Esto  puedo asegurarlo, más que nada,  porque paso allí 12 horas diarias y menos mal !porque para lo que hay que ver por ahí!
En fin lo que les decía; tengo suerte, mucha suerte.
¿0 no?

desasosegada

martes, 21 de mayo de 2013

Bipolaridad.

...no siempre es día festivo, no, continuamente no estoy sintiendo con esa disposición de que el cosmos, me pertenece y todos sonríen a mi marcha. Esas mañanas de lluvia y cielo perlado (siempre perlado) cargado de nubes cenicientas, vientos del norte o del este o talvez del noreste, que me traen libertades y postales de otros paisajes…las calles de aquel entonces estaban mojadas, resplandecían con claridad y me narraban sin alterar los pasos del tiempo…a veces mi desazón se despeñaba sobre una encrucijada de valores perdidos, cansados, decepcionantes, sin fuerzas para renacer y caía en espiral. Me dejaba hundir, y me adormecía…soñaba con una tregua…pasaban las horas y me sentía (otra vez) en el cenagal de una tierra triste, miserable, emboscada. Eran cambios de humor.

Kim Bertran Canut

lunes, 20 de mayo de 2013

Finde

El hombre de las camisas blancas espera ansioso la llegada del fin de semana para sentirse libre. El sábado, apenas marque el reloj las 2 de la tarde, correrá a encerrase en su cuarto para zambullirse en la más profunda de las soledades.

Miguel Díaz Mirón Keusch

SUEÑOS, SOL, Y SOLEDAD

Su pelo era una maraña de greñas sucias que caían sobre su frente, desordenadas; en sus ojos, finas venas ensangrentadas rodeaban la expresión de soledad que irradiaban al mirar; caminaba encogida sobre sí misma, en sus nudosas manos la mugre se colaba por las arrugas y la piel flácida y deslucida. Su aspecto repelía a cuantos el destino cruzaba con ella. Mejor. No quería compañía, quienes se habían acercado la aturdían y agobiaban con sus preguntas. La curiosidad, el morbo, eso era lo único que les movía. Buscaba sitios apartados, descampados, arrabales, lugares solitarios donde perderse y disfrutar del silencio; le encantaban los días soleados; la sensación de bienestar del sol sobre su piel la trasladaba a su infancia feliz y despreocupada. Se agarraba fuerte a ese recuerdo y rememoraba sus infantiles anhelos: de mayor sería enfermera o azafata, puede que actriz, pero nunca, ni una sola vez soñó ser indigente.

Yolanda Nava

domingo, 19 de mayo de 2013

Insumisión?

Paraísos fiscales, jubilaciones millonarias, estafas bancarias, intereses abusivos, amnistías a los poderosos, corruptos en libertad, políticos prepotentes con reformas equivocadas, cobrando varios suculentos sueldos, primas y demás ¿quien está pagando la crisis financiera y social? Los infortunados ciudadanos que se han encontrado en medio de la batalla sin saber cómo, a los que se les está utilizando como cabezas de turco.¡Existen otras maneras de proceder! Comenzando por austeridad política. Si nos unimos, podemos cambiar la situación de precariedad y enfermedad social (estamos viviendo ya en los años 50) tenemos el poder del pueblo y capacidad para gritar ¡Basta! Si cada cual forja su causa, entre todos, juntos, construiremos una sólida edificación…tenemos una mala constante, de creer que uno solo no puede cambiar las cosas, y ya sabes: 1+1 suman 2…

Kim Bertran Canut

Y mira que tuve tacto

Frente a mi, tú. Los pocos rayos de sol que entraban por la ventana resaltaban tu belleza. Tu piel morena, en principio, se adivinaba suave y tersa. Sabia que terminarias haciéndome llorar pero no dudé, necesitaba de tu dulzura, de tu cuerpo, de ti. Te cogí en mis manos sometiéndote entre suaves caricias. Susurrándote, te prometí delicadeza mientras te despojaban con suavidad mis dedos, hasta que llegué ansioso a tu cuerpo sabroso ¡cuánta ternura puse de mí! terminando como me temía desde un principio, maldita cebolla, llorando.

Ramón María