Escribía sobre ti cuando sonó el teléfono. Eras tú. –Tengo algo importante que contarte- señalaste. En ese momento intuí lo que dirías. Lloré pensando que no servía de mucho la intuición, si la distancia no me permitía estar a tu lado y consolarte.
saryle
Es verdad, saryle, la trampa más peligrosa que tiende la distancia a sus residentes habituales es hacerles creer que no existe. Pero existe. Y no hay intuición ni tecnología que la acorte. Buen micro y si no es ficción pura, un abrazo, que no hay peor dolor que no poder estar.
ResponderEliminarGracias mirina. Desearía que fuese ficción. Desgraciadamente, la realidad a veces es un buen micro.
ResponderEliminarSara,un abrazo. (sobran las palabras)
ResponderEliminar