El tiempo quedó atascado doblando la esquina. La vió disfrazada de muñeco de nieve, volvió a mirarla y concluyó que jamás hubo media naranja que buscar: Que era mejor dar al azar la opción de hallar una naranja entera, para rodar con ella hasta el amanecer, hasta el anochecer o hasta la próxima esquina.
Albada
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Albada
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Para compartir siempre es mejor dos enteros.
ResponderEliminarUn gusto leerte Albada
Lindo relato lleno de positivismo vital. Tiene su jugo... :-) Un abrazo Albada
ResponderEliminarGracias a ambos.No me gustó nunca la expresión " su media naranja". Ahora, siendo adulta entiendo el motivo.Sigue sin gustarme.Un saludo
ResponderEliminarUna vez que cortas una naranja, por mucho que lo intentes, nunca llegará a encajar. Hay algo que se queda en el filo que la seccionó, algo goteó perdiendo su esencia, y algo quedó en el aire suspendido esperando ser recogido.
ResponderEliminarPrecioso, Albada, ese tiempo que quedó atascado y ese rodar enteros, juntos, como sea y hacia donde sea, pero siempre enteros. Coincido plenamente con esa idea.
ResponderEliminarGracias Cormorán por recordar que al seccionar siempre algo se queda en el filo y a tí mirina por reivindicar el ser entero.
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