El cielo está tintado de violeta, las aceras siguen secas a pesar de la persistente lluvia.
Las luces cruzan las calles, caen en cascada y engañan a la noche con su refulgir intermitente.
Mientras admira el espectáculo navideño en todo su esplendor, sólo el tacto áspero del metal cromado a través del forro del bolsillo del pantalón le dá la calma que echa a faltar entre tanto falso sosiego.
Cronopio
